El nuevo colectivo eléctrico es un hecho. En realidad, faltan sólo detalles, ya que se realizaron las pruebas pertinentes y todavía falta la homologación. Las primeras unidades unirán el puente La Noria con Ciudad Universitaria. La carrocería de la línea 28 estará a cargo de la empresa Agrale.
El valor del mercado siempre fue una traba, ya que la inversión necesaria para una unidad eléctrica es de 400.000 dólares. Según los especialistas, en ocho años se podría amortizar la inversión. En América Latina hay en circulación unos 2.000 buses eléctricos y todos son de fabricación china.
Los colectivos eléctricos entrarán en circulación en unos meses.
El bus ya tiene 30.000 kilómetros de pruebas totalmente satisfactorias y hace un año se iniciaron las gestiones de homologación ante la Secretaría de Industria, algo que lleva bastante tiempo por la complejidad de los trámites.
Al respecto, Ignacio Armendáriz, el gerente de la empresa, explicó que la homologación lleva dos etapas: la primera es por el chasis y se llama Constancia Técnica; en tanto la segunda es por la unidad completa, una vez montada la carrocería y se denomina Licencia de Configuración de Modelo (LCM).
Las unidades tendrán centrales eléctricas exclusivas.
«La primera homologación está lista y estamos trabajando en la segunda con la empresa de carrocerías «TodoBus»; estimamos que estará en uno o dos meses. Una vez que esté todo completo, la unidad saldría a circular en una línea del AMBA, que en principio sería la 28″, agregó Armendáriz.
Cabe recordar que el periodo de recarga de los objetivos demanda cuatro horas y cuando las unidades estén en la calle, cada empresa deberá construir una subcentral con 50 cargadores. «Lo central es la batería, que es carísima, pero todo lo demás se puede resolver. Resuelta la batería, tenés resuelto el bus», detalló Roberto Stazzoni, uno de los responsables de Electromovilidad.
