No hay dudas de que el consumo del tabaco es una de las problemáticas más peligrosas y dañinas que atraviesa históricamente el mundo. Por este motivo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) se propuso como objetivo bajar en un 30% la consumición para el año 2030.
Aunque todavía no se llegó a la meta, este martes informaron a través de un comunicado que para el 2022 la «reducción relativa proyectada fue del 24,9%». Y añadieron: «Pero el progreso es desigual entre países y regiones del mundo, y se necesitan más esfuerzos para lograr el objetivo general de reducción«.
Sin embargo, estos números son más que valorados por el organismo, ya que en el 2000 eran fumadores uno de cada tres adultos, mientras que ahora lo hacen uno cada cinco.
https://twitter.com/WHO/status/1747231160592380111
Por otro lado, revelaron que solo 56 países llegarán al objetivo de reducción del 30%, lo que equivale a cuatro naciones menos que se preveían en 2021. Esto se debe a que en la Región de Asia Sudoriental y la Región Europea tienen el mayor porcentaje de población que consume tabaco con un 26,5% y un 25,3%, respectivamente.
Ante este problema, desde la OMS explicaron que «las tasas de consumo de tabaco entre las mujeres en la región europea son más del doble del promedio mundial y se están reduciendo mucho más lentamente que en todas las demás regiones».
El director del Departamento de Promoción de la Salud de la OMS, Ruediger Krech, comentó que «en los últimos años se han logrado buenos avances en el control del tabaco, pero no hay tiempo para la autocomplacencia«.
Y agregó: «Estoy asombrado de hasta dónde llegará la industria tabacalera para obtener ganancias a expensas de innumerables vidas. Vemos que en el momento en que un gobierno cree que ha ganado la lucha contra el tabaco, la industria tabacalera aprovecha la oportunidad para manipular las políticas sanitarias y vender sus productos mortales».