En Isidro Casanova hay una gran expectativa para el choque de vuelta contra Riestra. Para la revancha de la semifinal en Isidro Casanova, el presidente Maximiliano Levy avisó que no se venderán entradas: los socios podrán tener sus ubicaciones donando un alimento no perecedero que será destinado a comederos de La Matanza.
“Es una forma de premiar a la gente. Es el último partido del año en nuestra cancha y es demostrarle a la gente que uno sabe lo que esperaron y lo que sufrieron este año. Es una caricia y un abrazo para ellos. Me pareció lo mejor para un final de año que fue soñado para nosotros”, dijo Levy. La mercadería recaudada será donada a comederos de La Matanza.
Cabe recordar que puede ser el último partido de Brown en su cancha, ya que si pasa de instancia, la final del segundo ascenso se va a jugar en cancha neutral. En la ida, Riestra ganó 2 a 0, pero Almirante tiene ventaja deportiva y en el Oeste sobra fe.
“Este partido tiene que ser una fiesta y vamos a dejar la vida para jugar otra final. La gente se irá feliz a la casa, pensando que, si no se dio este año, se dará en el otro y así hasta que lo logremos. Porque no es fácil jugar dos semifinales para ascender a Primera en tres años”, agregó el mandamás.
Y respecto al cruce entre dirigentes con los rivales (les negaron entradas de protocolo) dijo: “Nosotros somos diferentes. Hemos ido a otros lugares donde no nos trataron bien y acá recibimos bien a todo el mundo. Almirante cambió. Si te tiene que ganar, te gana desde otro lado. Esto no lo gana un dirigente ni 200 personas, lo ganan los jugadores”, añadió el presidente que espera una fiesta, sea cual sea el resultado.