El domingo 26 de marzo una tragedia sacudió a una familia en San Francisco, Córdoba. Julieta, una joven de 15 años, tomó junto a una amiga la moto de su tía durante la madrugada. Cerca de las 4.30 un remis las chocó y provocó el accidente. La chica primero fue trasladada al Hospital Iturraspe y luego fue derivada al Pasteur en Villa María. Al momento del choque, Julieta no tenía casco, por lo que sufrió muerte cerebral.
Al comunicarle la noticia a la familia, les preguntaron si querían donar sus órganos y Roberto Taborda, su padre, respondió que sí, ya que era el deseo de la adolescente: “Habíamos hablado del tema hacía unas semanas, surgió en una comida familiar, y todos en casa dijimos que sí seríamos donantes. Juli resaltó esa vez la importancia de ayudar a otros cuando ya no se está en este mundo”, declaró en una entrevista con Infobae.
Con los órganos donados por la familia, los médicos pudieron salvar la vida de diez jóvenes: “Ella hoy vive en siete chicos que, según supe, salvaron sus vidas gracias a que recibieron sus órganos. Y otros dos recibieron las córneas, por ejemplo. No sé cómo fue la donación del hígado, que tengo entendido va por partes. Por ahora, sé que fueron más de diez en total aunque no tengo todos los detalles”, contó el padre de Julieta.
Y agregó: “Hoy, saber que todas esas personas que recibieron sus órganos no presentaron rechazo y que puedan seguir con sus vidas es emocionante. Pensar que vive en otros da consuelo, de manera inexplicable, saber que parte de ella vive en otros… porque eso era lo que ella quería. Julieta era vida. Hoy su donación dio vida, eso es lo que quiero que quede de todo esto: donar órganos salva vidas y Juli salvó vidas. Donar es salvar a otros«.
Por último, Roberto brindó un mensaje para que todos los jóvenes que utilizan la moto en su vida diaria: “Le pido a la gente y a los chicos, sobre todo, que anden en moto, que usen casco porque si ella lo hubiera tenido, quizás la hubiera tenido fracturada, pero estaría. No se salvó porque en el impacto golpeó la cabeza. Y si hay papás que lamentablemente también pierden a sus hijos tan jóvenes, recuerden aquellos que desde hace años están esperando un trasplante para vivir o quienes se van esperando un trasplante”.