El módulo no tripulado Smart Lander for Investigating Moon (SLIM) le hizo honor a su apodo de francotirador lunar por su tecnología de precisión y captó grandes instantáneas del satélite. La sonda japonesa alunizó a 55 metros de la luna.
Con este avance, Japón se convirtió en el quinto país en conseguir un desembarco exitoso después de Estados Unidos, la Unión Soviética, China e India. La agencia espacial JAXA, publicó: «SLIM tuvo éxito en un alunizaje de precisión. El lugar se confirmó a 55 metros del punto objetivo».
En medio de los festejos, se presentó un problema en las baterías solares, ya que no estaban generando energía, por eso JAXA decidió apagar el módulo con un 12% de batería restante para permitir una posible recarga cuando cambie el ángulo de la luz solar: «Si la luz llega a la Luna desde el oeste en el futuro, creemos que hay una posibilidad de generar energía», afirmó la agencia.
Antes de apagar la nave, el control de la misión pudo descargar datos técnicos e imágenes del descenso del aparato y de la superficie lunar en tanto que ya se publicaron las primeras imágenes de la misión, que muestran al aparato intacto en la superficie rocosa del satélite terrestre.
La idea de la agencia japonesa era colocar la nave en un cráter en una capa interior de la luna. Otro de los objetivos de JAXA tiene que ver con el análisis de las rocas en la zona para determinar si hay agua, un factor fundamental para la eventual construcción de bases humanas en un futuro.
Tomokatsu Morota, profesor asociado de la Universidad de Tokio especializado en exploración lunar y planetaria, explicó que la superficie lunar es parecida a un desierto, pero en los polos, donde el terreno es accidentado y la luz es escasa, hay zonas donde podría existir agua: «Dependiendo de su presencia, existe la posibilidad de comercialización en un par de años».