Investigadores de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (Unicen) han desarrollado un mamógrafo óptico revolucionario, el Mamoref, único en el mundo. Este dispositivo, a diferencia de la tecnología convencional, promete mayor comodidad para pacientes, precisión diagnóstica sin radiación y podría contribuir significativamente a la detección temprana de enfermedades como el cáncer de mama, una de las afecciones más comunes en las mujeres.
El prototipo ya está listo y se espera que, gracias a su bajo costo, sea accesible en instituciones sanitarias municipales y provinciales una vez se escale su producción. Sin embargo, para esto, se requiere mayor apoyo financiero privado, a pesar de los buenos resultados en pruebas clínicas.
Esta innovación es el fruto de una colaboración público-privada con Bionirs, una empresa surgida de la asociación entre la Universidad, el Conicet y el Grupo Sancor. La CEO de la compañía, Pamela Pardini, destaca que el Mamoref tiene como objetivo ofrecer una experiencia de diagnóstico más agradable para las mujeres, reduciendo la brecha de género en la tecnología.
El Mamoref utiliza luz infrarroja en lugar de rayos X o ultrasonido, ofreciendo información estructural y metabólica de la mama, permitiendo identificar posibles tumores malignos. Este método evita la necesidad de biopsias invasivas, costosas y psicológicamente estresantes para las pacientes.
Además, garantiza comodidad al no requerir la compresión del seno, permitiendo múltiples estudios sin molestias. El procedimiento dura solo cinco minutos y prescinde de rayos X, brindando una alternativa menos invasiva y dolorosa, especialmente útil en el seguimiento de tratamientos contra el cáncer.
El equipo continuará ampliando ensayos clínicos para obtener la aprobación necesaria, buscando mejorar la accesibilidad y efectividad de esta tecnología para un diagnóstico temprano y preciso del cáncer de mama.