Tras el partido caliente que se disputó el miércoles pasado y finalizó con un empate por 2-2, Inter Miami disputó esta noche la vuelta de los octavos de final de la Copa de Campeones de la Concacaf. Ante el Nashville, el conjunto de Florida aprovechó la localía en el Chase Stadium y ganó por 3-1, asegurándose un lugar en la próxima ronda.
Con la actitud necesaria para sacar adelante la serie, el Inter Miami se puso en ventaja a los siete minutos con una jugada que rememoró los mejores momentos del Barcelona en la década pasada. Lionel Messi, que se cargó el equipo al hombro, habilitó con precisión al uruguayo Luis Suárez para que defina pegándole a la pelota a tres dedos y convierta un golazo.
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En la misma sintonía, el campeón del mundo estiró la diferencia a los 22 minutos con una de las jugadas más clásicas de su carrera. Con una gran aceleración, el paraguayo Diego Gómez pisó el área, gambeteó a los defensores rivales y se la dejó servida al crack rosarino para que remate de zurda al costado izquierdo del arquero Joe Willis.
Ya en el complemento, el equipo dirigido por Gerardo Martino pudo jugar con tranquilidad y despegar todo su talento. A los 17 minutos, el Pistolero tiró un centro con mucha jerarquía para el finlandés Robert Taylor clave un cabezazo descomunal e inatajable para el portero estadounidense.
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A pesar del tanto del británico Sam Surridge sobre el final del encuentro, la franquicia visitante no pudo hacer nada para dar vuelta el resultado global. De esta manera, Inter Miami, que además de Messi contó con la presencia de los argentinos Nicolás Freire, Tomás Avilés y Federico Redondo, clasificó a los cuartos de final del torneo continental más emblemático de Norteamérica y espera por su rival, el cual enfrentará el 2 de abril.