Si hablamos de superación, de fuerza de voluntad y de entereza, hay que hablar de Gustavo Cisneros. Se trata de un director técnico argentino de 56 años de edad que actualmente se encuentra dirigiendo a Fénix, equipo que milita en la Primera B Metropolitana. Es decir, la tercera categoría de nuestro fútbol.
Es que Cisneros, de pasado en equipos como Sacachispas, Excursionistas, Almirante Brown, Acassuso y Ferrocarril Midland, entre otros, se encuentra luchando contra un cáncer desde hace un tiempo. Pero, pese a ello, tomó la determinación de seguir dirigiendo al mencionado equipo argentino.
En ese contexto, Cisneros, que también supo trabajar en Uruguay, Chile y Perú durante las últimas dos décadas y media, le brindó declaraciones a Infobae. En las mismas, el entrenador compartió los detalles de su enfermedad y cómo hace para lidiar con ella mientras continúa trabajando.
«Uno lo primero que hace es enojarse. Yo me dediqué toda la vida al deporte, desde los 8 años que jugué al fútbol y tuve la suerte de empezar a los 29 años a ser entrenador. Yo nunca tuve una situación de drogadicción, de alcoholismo. Difícilmente hasta me tome un vaso de cerveza comiendo una pizza un sábado», comenzó narrando.
«Nunca fumé y uno piensa que por eso está exento. A mí me ayudó mucho el tema coaching y tener charlas con Miguel Russo por sobre todo, que él siempre tiene la palabra justa, frases como ir a las quimio con amor, no con temor, para poder pasarlas. También estar rodeado de la familia en mi caso», amplió.
«Ya lo dije: la vacuna cada 28 días, la quimioterapia cada 21 días, la morfina cada cuatro horas, pero no dejar el fútbol. Porque cuando firmé en Fénix lo hice proyectando un año con todo, al 100, sin pensar que podía estar pasando esto, que podría llegar a pasar esto nuevamente. No había ningún tipo de señal ni de resabios», profundizó.
«De hecho me explotó la enfermedad mientras estaba de pretemporada y la verdad que también el cariño, el respeto que tuvieron el club, los jugadores, los dirigentes. Me dieron dos quimioterapias el mismo día que teníamos fecha contra Los Andes. Ese día le dije a mi hijo que me lleve a la cancha. Fue lo primero que me salió. Mi objetivo, día a día, es poder cumplir con la parte laboral», concluyó Cisneros.