Como aquella vieja propaganda mundialista de Quilmes que rezaba “en cada equipo campeón hay uno de ellos”, así también podemos decir que hoy, en cada rincón del mundo que nos queramos parar, podemos encontrar un acento que nos suene familiar, una camiseta que reconocemos, una persona que tiene su mate listo para compartirlo apenas note que otro argentino se acerca. La globalización que lo hace accesible, los propios problemas de la economía local, seguir a una persona amada en sus proyectos de vida, los trabajos remotos, la búsqueda de experiencias, distintos motivos que llevan a los argentinos a emigrar e instalarse en una tierra lejana. Pero, ¿cuántos son?, ¿dónde residen?, ¿cómo votan?, ¿de qué trabajan? Eso vamos a tratar de averiguar.
¿Cuántos argentinos residen en el extranjero?
Históricamente relacionada con las oleadas migratorias hacia ella, Argentina experimenta hace un tiempo un proceso inverso: son cada vez más los nacidos acá que deciden continuar su vida fuera del país. Si bien hay que decir que no existen datos históricos disponibles para asegurar que aumentó o disminuyó, sí se pueden observar otros indicadores para tener un panorama un poco más claro.
- Salieron del país entre septiembre de 2020 y octubre de 2021 más de un millón de argentinos. Más de 50 mil indicaron que lo hacían por “mudanza” en su declaración jurada.
- No existe una serie que pueda constatar con certeza períodos anteriores. Sí se puede observa mediante datos públicos, por ejemplo, si es que hubo más ingresos o egresos de argentinos durante un determinado año. En ese caso, el saldo es negativo con excepción del año 2020.
- Otro indicador al que se puede acudir es la medición realizada por otros países respecto a la llegada de argentinos. Es el caso del Instituto Nacional de Estadística (INE) español, que registra un aumento del 83 % en 2023 en comparación con el año anterior. El dato excluye a cientos de emigrantes que llegan sin permiso de residencia, ni ciudadanía comunitaria.
España es el destino que más argentinos recibe por cuestiones que rápidamente se pueden dilucidar, como el idioma, el origen familiar o la cercanía con algunas tradiciones. Según los últimos publicados oficialmente, que son previos a la pandemia, allí residen 284 mil argentinos. Cerca se encuentra Estados Unidos, una opción cada vez más tentadora por la creciente comunidad latina que allí se conformó, que según este informe eran 219 mil los emigrantes que habían elegido el país norteamericano. Completa el podio, con una distancia considerable, Chile, que al momento del informe acogía a 79 mil personas nacidas en suelo nacional. Detrás quedaron Italia y Paraguay, que un lustro antes se encontraban por delante del país trasandino.
¿Cómo votaron durante las últimas elecciones los argentinos en el exterior?
Una información certera para conocer, al menos de manera aproximada, la distribución y el comportamiento de los argentinos fuera del país es el voto efectuado en el proceso electoral realizado durante gran parte del año pasado. Establecido mediante decreto en 1993, la Ley N° 24.007 creó el registro de votantes en el extranjero para que los compatriotas radicados fuera de Argentina pudiesen acudir a las urnas desde sus respectivos lugares de residencia. Los requisitos demandados son: tener DNI argentino con domicilio en el exterior y figurar en el padrón de argentinos viviendo en el exterior.
Con estos parámetros, 451.200 argentinos y argentinas estuvieron habilitados para votar en el exterior (1,5 % del padrón). Y para ello dispusieron de 302 meses en 141 sedes diplomáticas, repartidas en 86 países. Lógico, no todos los que viven afuera pueden acceder a un centro de votación en la ciudad que habitan. En Israel, que contaba con más de 14 mil habilitados para votar, por razones de seguridad se suspendió el proceso. Lo mismo ocurrió con Ucrania.
Fuera de los destinos más comunes, se encontraban empadronados para votar argentinos residentes en Egipto (79), Vietnam (33), Qatar (23), Trinidad y Tobago (20), Armenia (16), Jamaica (12), Irán (12), Barbados (8), Mozambique (5), Libia y Surinam (2 cada uno, siendo los que menos compatriotas habilitados registran).
¿Cómo fueron los resultados en el ballotage?
Se acercaron a las urnas fuera del país 51.252 argentinos, apenas el 10% del padrón habilitado para hacerlo que, como indicamos, ronda las 500 mil personas. Javier Milei, finalmente ganador, obtuvo 37.413 votos (el 74,4%) y Sergio Massa, el candidato que representaba al oficialismo, 12.833 sufragios (25,5%). Hubo 582 sobres sin boleta alguna (en blanco) y 424 nulos, según el escrutinio definitivo que realizó la Cámara Nacional Electoral.
Javier Milei ganó las elecciones en Italia (58,66% de los votos), Austria (59,3%), Irlanda (70,16%) y España: en Madrid votaron unos 4.651 argentinos, de los cuales el 69.17% votó a Milei y el 29.07% a Massa; mientras que en Barcelona la diferencia fue de 63% a 35% a favor de Milei. Mientras tanto, Sergio Massa obtuvo el 56% de los votos en Francia, donde Milei alcanzó un 38,7%. En Suecia también ganó Massa, que obtuvo 128 votos contra los 84 de su oponente. A su vez, en la mesa de Berlín, capital de Alemania, el candidato de Unión por la Patria ganó con 64% de los votos contra el 33,4% del libertario.
La curiosidad es que, en las elecciones generales, la ganadora había sido Patricia Bullrich con un porcentaje del 48,8 %. Si ese resultado se hubiese repetido en todo el territorio nacional, le hubiera alcanzado para imponerse en primera vuelta.
Little Buenos Aires, el barrio más porteño de Estados Unidos
Mientras más se expande la diáspora argentina por todo el mundo, más ciudades van siendo, a nuestra manera, colonizadas. Casas de empanadas, parrillas, peñas de equipos de fútbol, formas de trasladar un pedacito de nuestro suelo a otras latitudes. Tanto Nápoles, como Barcelona, son dos lugares que tienen una particular hermandad con Argentina, producto de que allí brillaron los más grandes futbolistas albicelestes: Diego Maradona y Lionel Messi.
Justamente el rosarino, que no pudo replicar en su estadía en París lo que consiguió en tierras catalanas, decidió como siguiente destino una ciudad que no necesitó de su llegada para abrazar la Messimanía. Miami es, desde hace varias décadas, un polo receptor de todo tipo de emigrantes argentinos, por lo que antes de su arribo al Inter, el campeón del mundo ya podía sentirse como en casa.
A diferencia de los napolitanos o los catalanes, el mérito deportivo no es la principal causa de cercanía entre Argentina y Miami. Acá, Messi no necesitó conquistar los corazones locales, sino que llegó a una ciudad ya conquistada por la cultura argentina. Desde los 90, cuando se volvió una meca para la clase media que podía viajar al exterior; tras las crisis del 2001 cuando muchos emigraron y consolidaron una comunidad que los hizo quedarse; hasta hoy donde es un símbolo de los que dejan atrás el país, abarcando tanto familias de clase alta que llega para invertir y diversificar sus negocios, como a jóvenes que arriban con visa de turista y se quedan trabajando de manera informal.
A tal punto es así, que se conformó un barrio conocido como Little Buenos Aires. Ubicado en la zona norte de Miami Beach, el acento argentino tapa al inglés cerrado de los estadounidenses y a los tonos caribeños del resto de latinos que habitan la ciudad. Por una de las avenidas principales, desde la 65th Street hasta la 80, se accede a una zona repleta de tiendas que trasladan a los que por allí pasan directamente a nuestra Patria: olor a asado, cafés que sirven las clásicas medialunas que conocemos, negocios que nos son familiares. De un lado, la churrería Manolo, que hace que las playas del estrecho de Florida se parezcan un poco más a las Mar de Plata, y del otro, la histórica pizzería Banchero, que convierte la Avenida Collins, donde la mayoría de estos comercios se encuentra, en la calle Corrientes.