Compró una estación abandonada y la convirtió en el bar del pueblo

Federico Mallia le dio rienda a un viejo anhelo, cumplió su sueño y renovó la noche de Alicia, una localidad ubicada a 180 kilómetros de la capital de Córdoba.

Por Jonatan Pedernera

Ago 26, 2023

La vieja estación terminó de llenar el vacío de Federico. El muchacho de 33 años siempre quiso revivir ese ícono del pueblo y de paso, poner en práctica todos sus conocimientos de arquitectura. Fue lejos y lo logró: Estación 38, como se llama el lugar, es un restaurant emblema del art decó emplazado en el Boulevard Buenos Aires 240, punto neurálgico cercano a la ruta provincial 13.

El dueño, que sueña con recibir a Messi y a Scaloni algún día,  fue directo con ADN+:  “Nací acá y aposté por mi pueblo, podría haber invertido en cualquier rincón, pero me quedé. Con este lugar, cumplí el sueño de muchos”.

Así luce el interior de Estación 38. El lugar tiene un diseño vintage.

-¿Cuándo se te dio por emprender en ese lugar mítico?

– Desde el momento que vi ese lugar abandonado en el centro del pueblo y mi pasión por arquitectura se me voló la cabeza para empezar con la idea del bar.  La compré en 2019 y arranqué con los proyectos, todos me decían que estaba loco. Con mucho esfuerzo, pude concretar el sueño de mi vida.

-¿Costó la construcción sin tocar la estructura original?

-Sí, fue un gran laburo, llevó mucho tiempo y trabajo la restauración de la fachada original. Además, no tenía aberturas ni puertas, transformé la energía del lugar. Se armó un gran grupo, acá laburaron carpinteros, electricistas, albañiles, gasistas, etc.

Mallia cumplió su sueño en el lugar que lo vio nacer.

-¿Cuándo dejó de funcionar la estación?

-En 2010. Se hablaba de que iba a ser demolida en ese tiempo y fue vandalizada en varias oportunidades. Es una construcción que data de 1938, de ahí viene el nombre. Vengo del palo,  en mi familia teníamos otro centro de carga, esta vieja YPF era nuestra competencia, pero siempre tuvimos muy buena relación el propietario.

-¿Qué sentiste el día de la inauguración?

-Me corrió por el cuerpo una sensación de satisfacción, de que lo había logrado. Todo se puede cuando no perdés de vista lo que querés y hacia dónde vas.

La estación, antes de la restauración.

-El bar es un paso obligado para los clientes y los curiosos que pasan por la ruta, ¿no?

-Sí, claro. Por ahora sólo abrimos los fines de semana, pero en caso de que quieran recorrer el local, hacemos visitas guiadas.

-¿Qué es lo más pedido?

-¡El gin de frutos rojos, sin dudas! También hacemos eventos temáticos y ofrecemos una amplia gama de tragos de autor, cócteles y aperitivos.

 

 

 

 

 

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