Tras un largo tiempo dedicación y estudio, Paloma y Romina, dueñas de Manos a la masa, rompieron en el mercado con una línea de juguetes que puede ser utilizada por niños con dificultades para ver y escuchar.
El primer kit inclusivo, entre una gama de 50 sets, es el de galletitas y posee una etiqueta impresa y en braille. Al mismo tiempo, contempla un código QR que, el ser escaneado, permite acceder a un video audiodescriptivo en YouTube donde se puede seguir la receta, la cual es contada también por intérprete en lengua de señas.
En 2022, las emprendedoras decidieron enfocar el perfil de la marca para que los juguetes sean inclusivos. Luego de un extenso tiempo de interiorización, estudio y trabajo, se pusieron en contacto con Puntos de Vista Braile, una organización que lucha por la inclusión de las personas con discapacidad visual.
Pero la historia tuvo un par de vueltas en el comienzo. Es que ambas se iniciaron en el rubro a través de la venta de juguetes por internet. Así, sumaron varios clientes hasta que la empresa proveedora quebró. Sin pensarlo, negociaron con la firma, la adjudicaron y le dieron su toque para crear Manos a la masa.
“Estamos muy contentas, con esto queremos poder devolver un poco de todo lo que recibimos, contribuir y aportar a que los juguetes sean lo más inclusivo posible”, dijeron las mujeres que están al frente de los juguetes para cocinar de verdad y que ya recibieron pedidos del exterior.
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