Casados con Hijos es un clásico de culto de la televisión argentina. Con dos temporadas, personajes históricos y frases que se repiten al día de hoy, se ganó el corazón de todos los argentinos. Sin embargo, lo que le brinda calidad a producto audiovisual no son solamente sus actores y la química que puede haber entre ellos, sino también el guion con el que trabajan.
Diego Alarcón fue uno de los encargados en escribir el libreto, además de ser, junto a Axel Kuschevatzky, la persona que adaptó la serie norteamericana Married… with Children en su versión nacional y el guionista en la obra de teatro que está siendo un éxito en el Gran Rex.
¿Por qué crees que la serie sigue vigente con los años?
Creo que es un claro emergente que se ha nutrido y se nutre de los tópicos más clásicos de la comedia argentina, respetando y aplicando a la vez los elementos comunes de estilo de este tipo de género (sitcom). Gracias a esa mistura se ha logrado que tenga una enorme dosis de humor más cercano a lo más nuestro: el grotesco, el sainete. Siendo el resultado muy eficaz. A la par es conveniente aclarar que “Casados con Hijos” funciona y funcionó siempre como una sátira pura y dura a la estructura clásica que ofrece y ofrecía el modelo publicitario o televisivo sobre la familia perfecta.
¿Cómo se dio el regreso?
Había muchas ganas de hacerlo y se creó mucha expectativa en el público, aunque la complicación mayor era hacer coincidir las agendas de todos y todas quienes forman parte del elenco, pero por suerte “se alinearon los planetas”, y luego de postergaciones producto de la pandemia pudimos hacerlo.
¿Cómo abordaron en el guión la ausencia de María Elena, el personaje de Érica Rivas?
Se introdujo un nuevo personaje femenino encarnado por Jorgelina Aruzzi, llamado “Azucena”. El cambio y “reboot” que hubo que hacer fue nada más que en la situación sentimental de Dardo (Marcelo de Bellis), que ahora en vez de casado está separado y ha vuelto a rehacer su vida amorosa.
¿Que los llevó a elegir a Jorgelina Aruzzi para el papel de Azucena?
Un gigantesco acierto de la producción el haberla convocado. Jorgelina Aruzzi es estupenda y muy talentosa. Ella ya había experimentado en el género haciendo de la mejor amiga de Flor Peña en “La Niñera”, y es una de las grandes comediantes que tenemos en nuestro país.
¿Que aportó la actriz de diferente?
Toca diversas cuerdas, aportó mucho a lo que se había escrito para su personaje. Así que eso, sumado a la “vis cómica” excepcional que tiene, dieron y dan un resultado espectacular.
¿Imaginaban todo el éxito que la obra está teniendo?
Honestamente, en virtud de lo que fue la preventa de entradas antes de la suspensión por la pandemia, suponíamos que nos iba a ir bien en ese aspecto, pero lo que sucede con la gente dentro del teatro cada noche era y es absolutamente inimaginable.
¿Que sienten cuando ven a la gente disfrutar y reír en el teatro?
Es un evento teatral traído de la TV que produce entre los personajes y los espectadores una especie de acto de amor, de fraternidad, de efervescencia futbolera, de agradecimiento mutuo por haber compartido tantos años. Es realmente increíble experimentar casi diariamente este enorme acto de magia emocional.
Es complicado hacer más funciones por la agenda de los actores, pero ¿hay posibilidades de que vuelvan con la obra más adelante?
Hasta donde yo sé, las funciones continuarán como hasta ahora y la última será en la fecha estipulada de cierre.