La Agencia Internacional de Energía (AIE) informó que el mercado de vehículos eléctricos alcanzará en 2023 un total de 13,9 millones de ventas en todo el planeta, por lo que el parqué global ascenderá a poco más de 26 millones de unidades. El rubro integrado por automóviles, buses y camiones tiene a China como su principal exponente.
En línea con la lucha contra el cambio climático, como también por el aumento del precio del petróleo, la AIE destacó el crecimiento exponencial del sector integrado tanto por automotores 100% eléctricos como también por vehículos híbridos y enchufables. «En los países de la Unión Europea y en Estados Unidos el auto eléctrico ya es algo normal, un concepto que ya está metido en la cultura de la sociedad», expresó a Télam Jorge Zabaleta, socio de la consultora PwC Argentina, quien agregó que «ya no llama la atención ver cargadores en una esquina y las ventas de autos eléctricos casi se duplican año tras año».
En China, el mercado automotor eléctrico tuvo un crecimiento acelerado: las ventas sobre el total de autos pasaron de menos del 6% entre 2018 y 2022 al 16% en 2021 y al 29% en 2022, con el objetivo de alcanzar al 40% en todo el país para 2030 y al 50% en determinadas regiones con altos niveles de contaminación del aire. De esa forma, el gigante asiático pasó en 2022 a representar más de la mitad del parque automotor eléctrico internacional y la AIE proyecta que para fin de año tendrá el 52,7% del total de autos eléctricos en circulación, con 13,8 millones de unidades, de los que 10,7 millones serán eléctricos a batería (BEV) y 3,1 híbridos enchufables (PHEV).
Como segundo exponente en el sector se ubica el conjunto de 27 países de la Unión Europea, con el 29,8% del total mundial, aunque con posibilidades de incrementar su participación porcentual en los próximos años, en el marco de las políticas de eficiencia energética y búsqueda de opciones de energías alternativas, ante las dificultades en la provisión de hidrocarburos desatada a partir de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Con un punto de partida rezagado, la electromovilidad en Estados Unidos cobró un importante impulso en agosto del año pasado a partir de la sanción de la ley de Reducción de la Inflación, mediante la cual el presidente Joe Biden apunta a promover el uso de energías limpias en reemplazo de los combustibles fósiles, razón por la que, al igual que con la UE, se espera que en el mediano plazo aumenta su actual participación del 11,4%, con tres millones de unidades (2,1 millones BEV y 900.000 PHEV).
Los vehículos eléctricos en Argentina
En el resto del mundo se reparte el 6,1% restante y, dentro de este grupo, la Argentina espera una serie de definiciones para darle un impulso mayor a una electromovilidad que, si bien creció en los últimos años, por el momento no alcanza a representar el 0,2% del total del parque automotor y, según los objetivos del Plan Nacional de Transición Energética, alcanzaría al 2% en 2030.
Para que el mercado local de autos eléctricos alcance un grado de madurez similar al de los países desarrollados, Zabaleta considera que hacen falta definiciones que van más allá de la industria automotriz y abarcan a la energía eléctrica en general. Al respecto, admitió que «es verdad que falta infraestructura, pero no es tan difícil de incorporarla», en referencia a la instalación de una red de cargadores en todo el país que permita viajar a todas las regiones.
Sin embargo, Zabaleta puso en duda que «el sistema eléctrico esté preparado para semejante demanda». «¿El sistema eléctrico argentino está en condiciones de abastecer, por ejemplo, a toda una flota de colectivos eléctricos? Hay que darle de comer a esos ‘bichos'», expresó, ante un riesgo de colapso de un sistema que, a su juicio, «no tiene un remanente de capacidad para abastecer» al autotransporte público de pasajeros.