Allá por el año 1934, la estación de trenes St. John’s Terminal fue clave para la movilidad de la creciente ciudad de New York. Sin embargo, ya pasaron más de 60 años desde su cláusula, aunque lo cierto es que el edificio donde funcionaba sigue con vida e inclusive es utilizado para un fin completamente diferente.
Sucede que Google eligió ese sitio para montar sus nuevas oficinas en dicha ciudad estadounidense. Sí, algo que absolutamente nadie tenía en los planes y que llama la atención de propios y extraños. Una clara demostración del ingenio y de la visión de una de las empresas más exitosas del mundo entero.
El lugar está ubicado justo al lado del famoso Río Hudson, en Hudson Square. No es un detalle menor que la estructura actualizada incluye la terminal original de tres pisos con nueve pisos adicionales en la parte superior. Una reforma importante y acorde a las necesidades de Google en los tiempos que corren.
Por otra parte, esta sede está diseñada para albergar a nada más ni nada menos que 3.000 empleados de Google. Precisamente, desde 2018 a la fecha, esta firma ha duplicado su número de trabajados en dicha ciudad norteamericana, pasando los mismos de 7.000 a 14.000. Números absolutamente contundentes.
El estudio de arquitectura local «COOKFOX» se encargó del núcleo y de la estructura del nuevo St. John’s, en tanto que la firma «Gensler» diseñó todo lo relacionado con el espacio interior. El objetivo era crear un entorno moderno para un espacio de trabajo dinámico como requiere Google. Algo no tradicional.
«Una de las grandes razones por las que es importante estar en la oficina es porque así se construye y se sostiene la cultura. Hay que asegurarse de que la oficina ya no sea solo una máquina de eficiencia. Se requiere que la oficina sea un lugar que fomente personas para conectarse», expresó Carlos Martínez Florez, director de «Gensler».
A su vez, la sede cuenta con 60 «vecindarios» en total, cada uno de los cuales alberga entre 20 y 50 empleadores. De todos modos, los trabajadores de Google no tienen la obligación de estar en un vecindario para charlar con otros miembros del equipo ya que las oficinas cuentan con un circuito para caminar al aire libre alrededor del piso 11, con varias terrazas a disposición.