Allá por abril de 2019, un feroz incendio castigó de manera contundente a la mítica catedral de Notre Dame. Fue un momento extremadamente triste y shockeante por el estado en el que quedó la mencionada construcción.
En ese entonces, un argentino terminó siendo clave para la reconstrucción de la mencionada catedral de París, Francia. Hablamos de Damián Pinardi, un cordobés que trabajó durante nada menos que dos años con esa misión.
Pinardi se encontraba en Escocia, donde participaba, junto a un grupo de carpinteros ingleses, en la reconstrucción experimental de una casa de la nobleza del siglo VII. La obra era guiada por arqueólogos e historiadores y se realizaba exclusivamente con hachas.
Posteriormente, esa misma herramienta sería la que se usaría tres años más tarde en Notre Dame. De hecho, Pinardi utilizó un hacha medieval a la que bautizó como «Mafalda». Así restauró la cubierta del coro y del ábside de la catedral.
«Después del primer shock de ver ese patrimonio en llamas, me dije: ‘Yo tengo que estar ahí’”, comenzó señalando el protagonista de esta historia antes de ver la manera de buscar la oportunidad para participar de dicha reconstrucción.
Durante un tiempo, Pinardi trabajó para visibilizar su arte a través de «Carpinteros sin Fronteras», en Italia, el país donde vivió casi una década. Y luego llegó el turno de la soñada posibilidad. Sí, esa que tanto había esperado.
«Al principio, cuando nos veían con el hacha, éramos como payasos. Venía la gente a sacarnos fotos. Pero de a poco se fueron dando cuenta de que nuestro trabajo es un arte», continuó exteriorizando en diálogo con Infobae.
Y, por último, señaló: «Fue un privilegio hacerlo. ¡Teníamos el techo de Notre Dame en el suelo! Y ahí fui a buscar a mis hijos para que lo vieran. No soy creyente, pero ese lugar es maravilloso. Tiene una energía poderosa que se siente».