San Diego fue el lugar donde, después de 64 años, se volvieron a ver Ben Colwell y su salvadora, Bárbara Ribeiro. Un reencuentro organizado por los hermanos de Ben luego de estar décadas sin conocer el paradero de la señora Ribeiro. «Cuando pienso en ello, creo que fue gracias a la mano de Dios. Él se encargó de que yo lograra sobrevivir por algún motivo», declaró el hombre de 66 años al recordar ese traumático momento.
En 1961, los padres de Ben Colwell se encontraban desesperados luego de la desaparición de su hijo. En poco tiempo todo el barrio se encontraba buscando al joven de tan solo 21 meses. Ribeiro, quien no vivía en ese lugar, fue una de esas personas que intentaban encontrar al niño “sin saber bien por qué”, como declararía luego. Buscó en una casa cercana y lo encontró en el fondo de una pileta. Sin dudarlo, la mujer se tiró en busca del niño y logró hacerlo respirar luego de aplicarle reanimación cardiopulmonar (RCP).
Una historia que pudo haber terminado en tragedia, finalizó de la mejor manera gracias a la valentía y a los conocimientos de Bárbara, quien hoy tiene 90 años. Esto generó un gran vínculo entre ambas familias hasta que los Colwell se mudaron de San Diego, lugar donde transcurrió la historia. Gracias a la ayuda de sus hermanos, Ben tuvo la oportunidad de volver a encontrarse con su salvadora y agradecerle nuevamente por haberle salvado la vida.
¿Qué es el RCP?
La maniobra que le devolvió la conciencia a Ben cuando se estaba ahogando es una técnica de emergencia que se creó para mantener la circulación sanguínea y la oxigenación en personas cuyo corazón dejó de latir o que no respiran adecuadamente. Es uno de los primeros auxilios más básicos y fundamentales, aumenta la probabilidad de supervivencia del afectado en un 70% según diferentes estadísticas internacionales.
¿Cómo se aplica?
Lo primordial es colocar a la víctima en un lugar seguro y boca arriba. En caso de que la persona no esté consciente se debe aplicar compresiones en el extremo inferior del esternón, con el talón del mano apoyado y con la otra encima, con los dedos entrelazados.
Con una postura erguida y cargando parte del peso del cuerpo con los brazos rectos, se deben realizar 30 comprensiones ininterrumpidas con un ritmo de entre 100 y 120 compresiones por minuto.
¿Cuándo se debe aplicar?
Existe el Soporte Vital Básico, un conjunto de maniobras que permiten identificar si una persona está sufriendo un paro cardiorrespiratorio. Lo primordial es reconocer qué le está pasando a la víctima, poder reconocer si responde o no a estímulos simples. En el caso de no responder, se debe evaluar la respiración. Solo en el caso de que no lo haga o que lo haga con dificultad, se debe aplicar el RCP. Lo más importante es no improvisar ni desesperase en este tipo de situaciones.
El conocimiento y el uso de los primeros auxilios es fundamental para cualquier persona. Otra de las maniobras más conocidas es la de Heimlich, la cual se utiliza en el caso de que una persona se esté ahogando. Lo importante es actuar con rapidez, pero no de forma innecesaria, si la persona puede expulsar un poco de aire, lo más indicado es que tosa con fuerza. En caso de que el aire no pase por su garganta debido a una obstrucción, se debe colocar el puño, cerrando solo 4 dedos, por encima del ombligo y la otra mano por encima del mismo; reclinar el cuerpo de la víctima hacia adelante y efectuar una presión abdominal centrada hacia atrás y arriba, para presionar el abdomen y el diafragma y generar una “tos artificial”.
Consejos para aplicar primeros auxilios
1- Se debe evitar cambiar la posición de la víctima siempre que sea posible para no empeorar su condición.
2- Se debe buscar lesiones o heridas de forma activa.
3- Examinar la capacidad de respuesta de la persona, ya sea hablándole o moviendo suavemente la mano.
4- En caso de que esté inconsciente, se debe verificar su respiración y/o pulso.