Con la mira puesta en el balotaje del próximo domingo y la esperanza depositada en el futuro de la Argentina, que iniciará una nueva etapa política el próximo 10 de diciembre, los argentinos asistiremos a las urnas para elegir quién será el encargado de conducir los destinos del país durante los siguientes cuatro años. En este caso, la elección se juega entre dos candidatos: Sergio Massa (Unión por la Patria) y Javier Milei (La Libertad Avanza).
En medio de un clima enrarecido, con denuncias de fraude realizadas por los libertarios, acusaciones cruzadas, y el aparato del estado usado discrecionalmente en la campaña, el nivel de crispación se percibe en la calle. Pero como siempre menciono desde esta columna, votar es la única herramienta que nos permite defender nuestros propios intereses e ideales, y sobre todo la democracia. En un mes se cumplen 40 años desde su retorno, cuando aquel 10 de diciembre de 1983 el dirigente radical Raúl Alfonsín asumió la presidencia.
Somos los ciudadanos los encargados de seguir robusteciendo el sistema político con nuestra participación. Tal como expresó Alfonsín en su discurso al resultar electo aquel histórico 30 de octubre de 1983, denominado el Día de la Restauración de la Democracia (la asistencia a las urnas fue la clave en aquel entonces): “Ha sido la participación de la ciudadanía argentina en su conjunto lo que ha garantizado que este proceso de democratización culminara con éxito”.
En el sprint final de la campaña, donde Sergio Massa y Javier Milei se jugarán sus últimas fichas para intentar convencer a los argentinos de que los voten en la segunda vuelta, los candidatos pondrán toda su energía en transmitir su proyecto de país a la mayor cantidad de ciudadanos posibles con un único propósito: ser el próximo jefe de Estado.
Mientras el candidato oficialista apunta a mostrarse como un político experimentado y con las herramientas necesarias para solucionar los problemas de los argentinos, desde su equipo de campaña reconocen que será “una elección muy finita” en la que los militantes tendrán “un rol preponderante”, y es por eso que “salieron a convencer a aquellos que no quieren ir a votar o que aún no definieron su voto”.
Además, en la mesa chica del tigrense aseguran que, en el caso de que Massa triunfe en el balotaje, el próximo 10 de diciembre se abrirá “una nueva etapa política con un gobierno de unidad nacional sumando a los mejores sin importar de que partido son, para hacer las reformas necesarias». Y señalan que “el Milei moderado de esta nueva etapa no es real”. Así lo expresó un hombre del riñón del referente del Frente Renovador, que también hizo referencia al desempeño de Massa en el último debate presidencial que se realizó en la Facultad de Derecho de UBA y consideró que “había mucha diferencia de nivel” entre ambos.
En esa línea, desde la tropa massista opinaron que el aspirante presidencial de Unión por la Patria “ganó el debate”, ya que el libertario Javier Milei «tuvo que explicarse una y otra vez porque se contradecía a la hora de defender sus propuestas de gobierno”. Al igual que en la previa a la elección general, el tigrense tiene planeado cerrar su campaña en una actividad con trabajadores en un distrito de la provincia de Buenos Aires, “sin montar un gran acto que solo le interesa al mundillo político”.
Por su parte, el candidato de La Libertad Avanza, que irrumpió en la vida política en los comicios de 2021, sigue aferrando su discurso a la idea de ir en contra de lo que decidió denominar “la casta”, haciendo referencia a dirigentes políticos que llevan varios años en la función pública.
De esta forma, Milei apela a que no puede haber resultados distintos con los mismos de siempre, trazando un paralelismo con las ideas del físico alemán Albert Einstein: “Si buscas resultados distintos no hagas siempre lo mismo”. En los días previos al balotaje, Milei también continuará con sus recorridas por el interior del país, y su acto de cierre tendrá lugar el próximo jueves en la provincia de Córdoba, donde realizará una gran caravana como las que encabezó en distintos momentos de su campaña.
Ambos candidatos tienen en claro que la batalla es voto a voto y que estos últimos días son trascendentales para buscar votantes en los distritos que les resultaron más esquivos. “Va a ganar el que menos errores cometa”, resumió una importante fuente de Unión por la Patria, un concepto que comparten desde la tropa de Javier Milei, quienes consideran que la clave está en lograr una buena fiscalización para que no les “roben” la elección.
A pesar de contar con el apoyo de Patricia Bullrich y Mauricio Macri, al menos desde la fiscalización ya que ninguno de ellos quiso acompañarlo directamente en la recta final de la campaña, la pregunta que sobrevuela en el búnker del oficialismo y de los libertarios es la misma: ¿qué harán los votantes de Juntos por el Cambio?
Con encuestas que fallaron en cada tramo de la contienda electoral, desde ninguno de los dos espacios se animan a hacer pronóstico y se limitan a responder que la llave para conocer al próximo jefe de Estado la tendrán aquellos que aún no definieron su voto. Aunque no es un gran porcentaje, cuando los límites se achican, pueden inclinar la balanza.
Las principales frases del debate presidencial entre Massa y Milei
¿Gobernadores e intendentes saldrán a jugar fuerte ahora que aseguraron la elección en sus distritos? ¿Los militantes radicales podrán optar por Javier Milei, quien no reparó en críticas hacia su referente Raúl Alfonsín, por el simple hecho de que el kirchnerismo no siga en el poder? ¿Ganará la continuidad o la necesidad de un cambio? Para conocer la respuesta habrá que esperar al último capítulo de la elección presidencial, el cuál transcurrirá el próximo domingo.
Y como nuestro ADN+ nos indica, y aunque lo que se viene es difícil sea cual sea el resultado, les digo parafraseando a uno de los grandes estadistas del siglo XX: “Soy optimista. No me parece de mucha utilidad ser cualquier otra cosa”.
