Símbolo argentino: el Obelisco cumple 87 años

El monumento porteño fue inaugurado el 23 de mayo de 1936 en conmemoración a los 400 años de la primera fundación de la ciudad de Buenos Aires.

Por Jonatan Pedernera

May 23, 2023

El ícono y punto de reunión de los millones argentinos cumple 87 años. La obra que se emplaza en la avenida 9 de Julio y Corrientes tuvo varias idas y vueltas hasta su edificación final. El año pasado fue el epicentro de los festejos por la obtención de la copa del mundo de Qatar.

“Será con el correr del tiempo el documento más auténtico de este fasto del cuarto centenario de la ciudad. Dentro de las líneas clásicas en que se erige, es como una materialización del alma de Buenos Aires que va hacia la altura”, dijo el intendente porteño Mariano de Vedia y Mitre la tarde del sábado 23 de mayo de 1936.

El obelisco, en plena construcción, en 1936.

La obra final fue un gran dilema. Se pensó en una estatua a Carlos Gardel y también en una escultura a Hipólito Yrigoyen. Hasta que finalmente se encomendó el proyecto al arquitecto Alberto Prebisch. “Un  emblema que señale al pueblo la verdadera importancia de aquella efeméride, que no existe en la ciudad ningún monumento que simbolice el homenaje de la capital de la Nación”, decía, de manera textual, el decreto. Nacía el popular obelisco.

La alemana GEOPE fue la empresa constructora. Los trabajos comenzaron el 20 de marzo de 1936 y el obelisco, de 67,5 metros de altura, con una escalera con 206 escalones y siete descansos para llegar hasta su mirador, se inauguró el sábado 23 de mayo. Su construcción demoró dos meses.

En los últimos días, el ícono estuvo rodeado de bolsas de residuo por una campaña de concientización del gobierno porteño.

Pero nada fue sencillo. Se ordenó su demolición ante la grieta política de ese entonces. Un sector se opuso a su construcción por razones de seguridad, ya que en principio fue levantado sobre las bases donde pasaba el subte. Después, argumentaron que la obra no respetaba la estética de la ciudad. Tras varios años, finalmente hubo consenso.

¿Por qué Prebisch eligió diseñar un obelisco? Dijo que “se adoptó esta simple y honesta forma geométrica porque es la forma de los obeliscos tradicionales”. Cada una de sus caras evoca un momento histórico: la primera fundación de Buenos Aires en 1536, la segunda en 1580, la primera vez que flameó la bandera argentina en 1812 y la federalización de Buenos Aires en 1880.

 

En los festejos por el último mundial, hubo miles de imágenes captadas desde drones.

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