José Ramón es uno de los accionistas de la industria tucumana. Hace un tiempo, decidió llevar a cabo una medida inclusiva que cambió el rumbo de la empresa. Elogiado en todo el sector, dejó un mensaje claro: “Ahora queremos que el resto haga lo mismo”.
La historia empezó con Dolores Orozco, quien se aburría en el centro de discapacidad y solía divertirse con los empleados de Mipol. Los propios familiares pensaron que sería una buena idea si le encargaban algo para hacer y los dueños no dudaron en delegar las primeras tareas.
Así pasaron cinco años y hoy, la mujer de 47 años es una empleada más. Su prioridad es la organización del desayuno y luego, organiza las facturas y los documentos de la empresa.
“Buscamos que la integración sea total, por eso van rotando día a día en sus tareas”, contó Pepe, quien tiene más de 132 mil seguidores en Tik Tok en su cuenta «peperamon.ramonazo».
@peperamon.ramonazo
Luego de la contratación de Dolores, siguieron Rodrigo Villagra, Alejandro Castaño y otros tantos más. Cada uno cumple su rol en la empresa y los tiempos de sociabilización son fundamentales para avanzar en los distintos tratamientos.
“Decidimos que el camino de la empresa sea la inclusión. Estamos en contacto permanente con lo que le pasa a cada trabajador y nos encantaría que el resto de las firmas haga lo mismo”, pidió Ramón, quien todos los años realiza un evento para ayudar a instituciones que tienen que ver con la discapacidad.
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