Este fin de semana vuelve el Turismo Carretera, la categoría automovilística más popular del país (y la más antigua del mundo que permanece activa, reconocida por el libro de Récords Guinness). El lugar indicado será la provincia de Santa Cruz, más precisamente en el autódromo Enrique Freile, de El Calafate. Serán de la partida 42 pilotos, diez menos que la última edición realizada en el mismo circuito durante el año pasado.
El campeonato que dará inicio a pocos kilómetros del Glaciar Perito Moreno, el número 87 de la larga y gloriosa historia del TC, tendrá un aliciente que ya dio que hablar en los meses previos a la reanudación de la competencia, entre quienes impulsan la renovación y aquellos que prefieren conservar la tradición. Hablamos de la llegada de una nueva generación de modelos de carrocería para las históricas marcas que componen la categoría.
Entre las carrocerías tradicionales, que serán mayoría, resaltarán los modelos que abren paso a nueva era de La Máxima:
- Chevrolet Camaro, que lucirán un histórico de la marca como Christian Ledesma, jóvenes que prometen como Marcos Quijada, y un experimentado que supo subirse a un auto de Fórmula 1, como el cordobés Caíto Risatti.
- Ford Mustang, que portará el 1 de la mano del último campeón, Mariano Werner. Además, exhibirán el flamante modelo de la marca del Óvalo dos pilotos que siempre están en la pelea, como son Juan Bautista De Benedictis y Nicolás Trosset.
- Dodge Challenge, de la mano de Juan Martín Trucco. El oriundo de Tres Algarrobos, en la provincia de Buenos Aires, será el único que durante este año maneje la nueva generación de Dodge.
- Toyota Camry, que si bien ya participaron en años anteriores, de la mano de Andy Jakos estrenarán un modelo renovado.
- Torino Restyling, contrarreloj se terminó el modelo que conducirá Tobías Martínez, último campeón del TC Pista. La versión renovada del Toro viene de la mano de un diseño del estudio Division Creative Lab, tras ganar un concurso de la ACTC, ya que no hubo continuidad comercial para el clásico auto argentino que fabricaba IKA y luego continuó Renault.
Otros animadores que participarán este año, a bordo de los modelos a los cuales estamos acostumbrados, serán Julián Santero, Germán Todino, Mauricio Lambiris, Nicolás Bonelli, José Manuel Urcera, todos ellos con Ford; Santiago Mangoni, Facundo Ardusso, Valentín Aguirre, en representación de Chevrolet; y también habrá referentes de Torino y Dodge, como Marcos Landa para la primera de ellas, y Jonathan Castellano o el debutante Facundo Chapur para la segunda. Entre otros pilotos.
¿Qué lugares recibirán al Turismo Carretera este año?
La ACTC confirmó dónde se correrán las primeras 7 fechas del calendario 2024 del Turismo Carretera. La fecha inaugural, en Calafate este fin de semana, y la segunda, en Viedma el 17 de marzo, ya habían sido anunciadas por la entidad.
Rondaba la incertidumbre, porque si bien se conocía extra oficialmente cuales serían los escenarios, dada la situación de ajuste que atraviesan las provincias, cabía la posibilidad de que algunas finalmente se bajarán de la organización. Incluso una de estas fechas, la 4ª en Toay, todavía no fue confirmada por el Gobierno pampeano.
Además de la posible realización en territorio pampeano, que sería el 28 de abril, también quedaron estipuladas las siguientes competencias: la 3ª en Centenario -Neuquén- el 7 de abril; la 5ª en Termas de Río Hondo el 12 de mayo, que compartirá escenario con el Turismo Nacional; la 6ª para el 26 de mayo, en la ciudad entrerriana de Concepción del Uruguay; y finalmente la 7ª, en Rafaela, el 16 de junio.
Hasta ahí, las fechas que están oficializadas en el calendario teceísta. Mientras tanto, se especula que luego llegue Posadas, más tarde San Juan, y finalmente para cerrar la Etapa Regular, Buenos Aires.
De las 5 fechas de la Copa de Oro, sólo el Autódromo Roberto Mouras de La Plata, que albergaría el cierre del campeonato, parece ser un puesto fijo. Luego, San Luis, Paraná, San Nicolás, y un posible regreso a La Pampa, son las candidatas a recibir tanto al Turismo Carretera, como a su telonera, aunque por la situación económica nadie puede asegurar que las provincias (o intendencias, en el caso de San Nicolás) estén en condiciones de afrontar el caché que la categoría exige.
La crisis que llega hasta el automovilismo
A la situación de las provincias, que no están recibiendo las mismas partidas que solían recibir de Nación, se suma el contexto general que afecta día a día a todos los argentinos, y el automovilismo no queda exento de esta situación. Poner un auto de Turismo Carretera en pista, y pelear la punta, cuesta alrededor de 30 millones de dólares.
Para la primera fecha, en Calafate, las escuderías tienen que hacer una de las logísticas más complejas de la temporada. La mayoría de los equipos tienen alrededor de 2.000 kilómetros, que implica no sólo una minuciosa organización -camiones que viajan más días, con dos chóferes para alternarse, menos tiempo de trabajo en los autos-, sino también un exponencial aumento en los costos, que incluye los viajes en avión de la mayoría de los integrantes de los equipos.
A raíz de eso, son varios los pilotos que decidieron dejar pasar la fecha de estreno y, por cuestiones presupuestarias, iniciar el campeonato en la segunda competición del año. Uno de ellos es el ex campeón de TC 2000, Gabriel Ponce de León.
La fidelidad de los hinchas, el alma del TC
Sea como sea, el Turismo Carretera se destaca por sobre todas las categorías por su gente, por el pueblo teceísta que lo sigue sin importar qué tan lejos haya que viajar, si va a llover todo el fin de semana o si van a hacer 38 grados. Los vaivenes de la economía nacional, lógicamente, afectan las posibilidades de los concurrentes. Rifas, ahorros, sacrificios, la fidelidad al TC puede más que el precio del dólar o la nueva medida del ministro de turno. Banderas, casillas, carpas, andamios que funcionan ocasionalmente como tribuna, y el inconfundible olor de las parrillas que acompañan durante toda la jornada los giros de los autos son el paisaje tradicional de un finde de carrera.
Detrás de los alambrados, carrera a carrera, se agrupan entre 30 o 50 mil fanáticos, según la capacidad del recinto que albergue la fecha. Allí conviven sin problemas hinchas de las 4 marcas, porque todos son parte de la gran comunidad formada alrededor del Turismo Carretera. Suelen ubicarse la 4 o la 15 -las hinchadas de Ford y Chevrolet, respectivamente- en algún punto particular del recorrido de las pistas, sin embargo hinchas de unos y otros se cruzan durante todo el finde y más allá de algunas cargadas, nunca hay inconvenientes.
Desde su fundación, un 5 de agosto de 1937, amigos y familias se reúnen para disfrutar la fiesta de la categoría más importante del automovilismo nacional. Algunos incluso tienen un vínculo que nació en un autódromo, y allí vuelvan a reencontrarse cuando el calendario lo marque, para preparar un vaso con bebida, que muy probablemente sea de tipo espirituoso, y como si fuera la hoguera de un ritual milenario encienden un fuego, colocan la parrilla encima, y durante lo que se alargue el fin de semana de competición irán posando sobre ella distintos cortes de carne para disfrutar del infaltable asadito del TC.