La gran movida en las redes se dio con la premisa de frenar los discursos agresivos que circulan en el mundo offline y online. Además, se busca empoderar a los testigos de situaciones de odio, lo que se conoce como hateo, para conocer los impactos que tienen las distintas situaciones en la salud mental de las víctimas.
“Se busca alertar a la sociedad sobre la circulación de los discursos de odio y el impacto que tienen, sobre todo, en las y los adolescentes, especialmente en estas vacaciones de invierno, cuando el tiempo de conexión a las redes puede incrementarse”, dijo Natalia Calisti, una de las encargadas de la comunicación de UNICEF. Además, agregó que “el uso de las tecnologías aporta muchos beneficios pero también genera tensiones en una etapa muy especial como la adolescencia, donde muchos chicos construyen su identidad y autonomía. Quedar expuestos a palabras de discriminación puede impactar negativamente en su autoestima”.
Las campañas sobre haters son una suerte de trilogía: #LoSientoHater, interpela a quienes generan discursos de odio. #AlHaterNiCabida, les hablaba a quienes sufren hate, y en esta tercera edición #SeSienteHate el foco está puesto en los testigos.
“Las iniciativas generan preguntas que abren conversaciones que no son fáciles. Abrir la pregunta es un primer paso para saber más sobre las interacciones de los chicos y las chicas en las redes, conocer en cuáles están, con quiénes se vinculan, que información comparten. Que nos cuenten, que nos enseñen, que lo compartan con nosotros. Y, como en la vida offline, el rol de las personas adultas es acompañar, estar disponibles, generar confianza. Empoderar. Alentarles a levantar la voz si algo no les gusta, si algo no les hace sentir bien”, culminó Calisti.
Recomendaciones de UNICEF
-Quienes son testigos de una situación de violencia tienen la capacidad de frenar el hate y apoyar a quien lo sufre. Sólo se trata de ponerse en el lugar de quien la pasa mal.
-Para ayudar, todo sirve, menos la indiferencia: se puede dar un abrazo, sentarse al lado de esa persona, preguntar cómo está, si precisa algo, sumarla a una actividad, mandarle un mensaje en redes sociales, evitar reírse de las burlas o agresiones.
-En las redes también se puede actuar: no reenviar, no dar like ni compartir publicaciones agresivas. Si hay hate, denuncialo. Nadie va a saber que fuiste vos.
-Lo real y lo virtual duelen por igual. Al encontrarse con una publicación violenta hay que reflexionar sobre cómo actuar en caso de que esa agresión sucediera en persona.