Lectura del clima de época, voto bronca contra la casta, fenómeno de las redes sociales que se materializa en las urnas -el mundo digital que le marca el pulso al material, porque decirle real ya nos cuesta-, su promesa de un salario en dólares, sea por el motivo que fuera, o por la conjunción de varios de ellos, lo cierto es que Javier Milei ganó las PASO y posicionó a su espacio, La Libertad Avanza, por encima de los dos partidos políticos que ocuparon la primera plana nacional durante la última década, el Macrismo y el Peronismo, con los diferentes nombres electorales que han usado.
En las elecciones provinciales de este año La Libertad Avanza no superó el 5 % de los votos en ninguna ocasión, pero la imagen de su líder, Javier Milei, en la boleta, lo catapultó al éxito con más del 30 % en las PASO Nacionales. En unos comicios que se anticipaban de tercios, él fue quien más sacó.
Extravagante y con un peinado que llamaba la atención, Milei rápidamente se ganó un lugar en los medios y en las redes por sus posturas económicas disonantes, cercanas al neoliberalismo y a la escuela austriaca, con tintes conservadores en lo social, anunciadas mediante gritos e insultos si era necesario.
Javier Milei y su hermana Karina, celebrando la victoria en las PASO.
Ascenso y consolidación
En la era de Trump y Bolsonaro, en plena crisis por la pandemia, su figura daba rating en televisión y views en las plataformas. Es el político argentino con más seguidores en redes, y sus declaraciones simples pero concretas son ideales para recortes que se vuelven virales.
El fenómeno Milei, subestimado en un principio, estuvo fuertemente acompañado por la militancia libertaria: jóvenes de todo el país desencantados con la política tradicional, por las sucesivas crisis que atravesó la democracia en las últimas cuatro décadas. Agrupados detrás de ideas como la absoluta libertad individual, la defensa a ultranza del libre mercado, la reducción al mínimo de la burocracia estatal, la negación del cambio climático o el rechazo al aborto y la educación sexual integral. Todo esto, enmarcado en el combate de una “batalla cultural” contra un establishment globalmente progresista, que lleva adelante una agenda afín a ideales que, en teoría, provienen del socialismo o el comunismo.
En ese contexto lanzó su carrera política, y sin haber participado ni siquiera en una elección universitaria sorprendió a propios y extraños al obtener el 17 % en las legislativas de 2021. La Libertad Avanza consiguió dos lugares en la Cámara de Diputados de la Nación, cinco bancas en la Legislatura porteña, una en la legislatura de La Rioja, y una más lograda al año siguiente en Tierra del Fuego.
De aquella primera presentación al triunfo obtenido ayer, Milei logró mucho más que un par de buenos resultados electorales. Rompió con el juego, por momentos cómodo para el sistema político, de la grieta constante. Corrió los ejes de cualquier debate y los hizo hablar a todos de lo que él decía; comprar y vender órganos, portar libremente armas, detonar el banco central, dolarizar, temas que dejaron de ser marginales y pasaron a ser ineludibles en la agenda pública.
Javier Milei junto a Ramiro Marra y Victoria Villarruel luego de conocerse el resultado de las PASO.
Por fuera del traje de candidato
Amante de los perros, de un vínculo muy fuerte con su hermana Karina, arquero de Chacarita en divisiones inferiores, Javier Gerardo Milei carga con un pasado difícil y solitario que lo moldeó, y un presente donde el misticismo y una misión que lo tiene como “el elegido” lo guían.
Tiene 52 años, es porteño e hijo de una familia de clase trabajadora. Con su padre, quien ejercía violencia sobre él, se reconcilió hace poco. Ese contexto familiar lo volvió introvertido en su niñez, dedicado mayormente a los estudios y al deporte. Karina, su hermana a la que hoy llaman “El Jefe”, que tenía una personalidad completamente distinta, fue un gran sostén para él en ese momento, y a partir de allí forjaron un vínculo que llega hasta el día de hoy, ya que ella maneja su campaña y todo lo relacionado a sus actos, hasta el más mínimo detalle. Incluso, viven juntos, acompañados por mascotas.
Entre los años 1987 y 1989 fue arquero de las inferiores de Chacarita, incluso llegando a entrenar con el plantel de Primera. Durante su adolescencia, también formó una banda de rock, llamada Everest, donde hacía principalmente covers de The Rolling Stones.
Intrigado por el estallido de la hiperinflación durante el gobierno de Alfonsín, abandonó el arco y se dedicó de lleno a estudiar economía. Es licenciado en Economía por la Universidad de Belgrano, con dos maestrías en el Instituto de Desarrollo Económico y Social (IDES); y la Universidad Torcuato di Tella. Además, obtuvo un doctorado honoris causa en la Universidad del ESEADE.
En el ámbito privado, dio clases de macro y microeconomía, teoría monetaria y teoría financiera, tanto en universidades argentinas como del extranjero. Ejerció cargos en consultorías privadas y estatales, AFJPs y en el banco HBSC. Trabaja para la Cámara de Comercio Internacional y del Foro Económico Mundial. Desde 2012, lidera la división de Estudios Económicos de la Fundación Acordar, a través de la cual asesoró a políticos como Daniel Scioli y Antonio Domingo Bussi.
También fue asesor, hasta 2021, del empresario Eduardo Eurnekian en un holding que, entre otras empresas, administra Aeropuertos Argentina 2000, una firma que tiene a cargo 35 aeropuertos de Argentina.
Desde 2012 comenzó a aparecer en medios esporádicamente, siendo columnista ocasional en La Nación y El Cronista. Durante el gobierno de Mauricio Macri esas apariciones se volvieron habituales, llegando a conducir él mismo un ciclo denominado «Demoliendo Mitos”.
En esos medios fue construyendo su carrera política, hasta lanzarse de lleno en 2020, tras afiliarse al partido libertario. Esos medios que lo subieron al ring primero, le quisieron bajar el precio después. Los partidos tradicionales que lo veían como un activo el cual convenía que saque más o menos puntos, en función de comerle votos al supuesto rival a vencer, comenzaron a preocuparse de que no los termine superando a todos. Si quedaban escépticos sobre la capacidad de nacionalizarse de Milei, esgrimiendo argumentos válidos como los magros números provinciales o la falta de “aparato”, ayer se despejaron todas las dudas, prevaleciendo en 14 jurisdicciones, arrasando en las PASO y poniéndose al frente de la carrera por la presidencia nacional.
