Dibu Martínez, el arquero que se hizo ídolo de grande

Se fue del país sin haber debutado en Primera. Se la pasó a préstamo por varios clubes menores y casi sin atajar hasta que su carrera hizo un click. Scaloni confió en él cuando nadie lo apoyaba y así nació la leyenda que ya pelea por ser el mejor de la historia.

Por Cholo Sottile

Jul 9, 2024

Dibu Martínez es más que un personaje de publicidad. Su carisma, su relación con los hinchas y sus atajadas históricas lo llevaron a ser el arquero del pueblo. A transformarse en ídolo. A veces es más difícil desde el arco. Los flashes se los suelen llevar los que meten los goles, no quienes los evitan. En equipos tal vez sea más sencillo: Hugo Gatti es un póster eterno para los hinchas de Boca y José Luis Chilavert está primero en el podio para la gente de Vélez. En Selecciones es complejo. Nery Pumpido fue campeón del mundo en México 86, con incidencia decisiva en el partido con Uruguay, y no llegó a meterse en la bandera. Unos años antes, tal vez por el respeto unánime pelea esa categoría el Pato Fillol, el enorme campeón en Argentina 78. Aunque a nivel club, en River fue contemporáneo del intocable Beto Alonso y ese amor le quitó algunos fieles… De los que no dieron la vuelta olímpica en un Mundial, Chiquito Romero no pudo más allá de haber jugado más de 100 partidos y convertirse en héroe contra Holanda en 2014. El más querido e idolatrado es Goycochea, el de las manos de Dios en Italia 90, el que salvó un penal errado de Diego contra Yugoslavia. Cuando Maradona lo levantó para la tapa de todos los diarios fue la bendición.

En una época de hecho era difícil tener arquero fijo: Passarella fue uno de los que más cambió, de Chiquito Bossio a Nacho González, de Cristante al Mono Burgos. En el Mundial 98 tuvo su noche de gloria contra Inglaterra el Lechuga Roa, al que llegó a buscarlo en Manchester United y no fue por su religión. En el 2002, Bielsa eligió a Pablo Cavallero después de pelear en las Eliminatorias con el Mono Burgos. En el 2006, Pekerman llevó al Pato Abbondanzieri, que justamente por una lesión le tuvo que dejar los tres palos contra Alemania a Leo Franco, conocido de José de su época de Juveniles. Después llegaron dos Copas de Chiquito, con Maradona DT y Sabella, hasta que Sampaoli en el 2018 empezó con Willy Caballero por su buen juego con los pies y terminó con Armani contra Francia. Desde la Copa América 2021, cuando se ajustó los guantes Dibu se acabó la rotación y se transformó en uno de los jugadores más preponderantes para que la Selección levantara la Copa contra Francia. Su atajada a Kolo Muani será sticker eterno de la historia del fútbol argentino.

Su historia es un ejemplo de superación. Preparado en Independiente por un monstruo como Pepé Santoro, no llegó a debutar al club que llegó desde Mar del Plata. Se fue muy joven al Arsenal, donde la peleó, donde se fue a préstamo varias veces a equipos que la mayoría tendría dificultad para escribir. Oxford United, Sheffield Wednesday, Rotherham United, por ejemplo. Y también pasó por Wolverhampton, Getafe y Ready. Hasta que volvió al Arsenal y se consolidó. Ahí fue cuando después pasó al Aston Villa en 22 millones de libras y se convirtió en el arquero argentino más caro de la historia. El había jugado en la Sub 17 de Argentina. Fue parte del Sudamericano 2009 y el Mundial, cuando la Selección perdió en octavos con Colombia. Después tuvo una convocatoria a la Mayor en junio de 2011, con Checho Batista DT, para unos partidos con Nigeria y Polonia. Los dos los atajó íntegramente Oscar Ustari, un talentoso que cuando surgió parecía el mejor de todos. Había sido ya el tercer arquero en el 2006 pensado como el arquero del futuro.

Dos argentinos en el equipo ideal de los cuartos de final de la Copa América

Y el Dibu volvió recién 8 años después, con Scaloni, para una doble fecha de amistosos con Alemania y Ecuador. No entró ni un minuto… Su debut fue por Eliminatorias, contra Chile, el 3 de junio de 2021. Apenas más tarde, arrancó la Copa América de la consagración contra Brasil y el Loco más cuerdo de todos no salió más. El punto cumbre: el mirá que te como en la definición contra Colombia. El arquero y el personaje se hacían cada minuto más grandes. Transmitió seguridad, manejo del área, juego pulido con los pies. Así dejó relegado a Armani pese a la chapa que le daba atajar en River y haber sido determinante en el ciclo Gallardo. Cuentan en la intimidad de la Selección que Scaloni ya lo había querido poner antes y por distintas cuestiones no aparecía el hueco. En una de sus primeras convocatorias se le preguntó a Dibu sobre su aparición en el plantel. Era lo lógico antes de aterrizar en Ezeiza. Dibu, a lo Dibu, ya en una de las primeras entrevistas declaró que venía a la Argentina para ser el arquero titular del equipo. Es uno de los tres plenos del entrenador junto a Cuti Romero y De Paul, que no estaba en el radar de nadie cuando se convirtió en la revelación de la Copa América 2019.

El resto de la historia es más conocido. Aunque la tuvo que remar para ahora, a los 31 años, ser el modelo de arquero que quieren ser los chicos en la Argentina. Es inspirador para toda una generación que lo ama. Ya en el Mundial había sido tan determinante como Messi para levantar la Copa. Se consagró como el mejor del mundo y hace unos días, contra Ecuador, después del peor partido en largo tiempo del ciclo Scaloni, dio la cara por todos. Con el efecto psicológico que tenía que la serie la arrancó pateando Leo y falló después de picarla al travesaño… Ahí apareció Dibu para atajar dos seguidos y devolverle la confianza a todos. Justamente él, que pondera tanto la terapia, que dice que todo futbolista debería tener ayuda profesional, fue el mejor psicólogo de los argentinos en un momento de angustia. Por esa personalidad, por esos guantazos clave, por declarar que era muy pronto para volver a casa para el campeón del mundo, por su historia de perseverancia, el Dibu Martínez es el arquero que se hizo ídolo de grande…

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